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Nos toca asumir la primera línea de defensa del país

BOLETÍN INFORMATIVO | JUNIO 2023

Nos expulsan del país


La violencia del desplazamiento territorial y político se siente a lo largo y a lo ancho de todo Puerto Rico. Desde la falta de vivienda asequible en Cabo Rojo, el alza de rentas y el acaparamiento de inversionistas en Río Piedras, el desahucio a familias en Puerta de Tierra y la entrega a manos privadas de terrenos de dominio público en Vieques, hasta las interminables alzas a la factura de energía eléctrica, el cierre y venta de escuelas para convertirlas en chárter y la entrega de nuestro sistema de salud a las aseguradoras. Todas y cada una de estas violencias, dan cuenta de un modelo económico y político, impulsado por el gobierno local y la Junta de Control Fiscal, bajo el que pretenden destinar las riquezas y bienes que necesitamos para subsistir en manos del capital financiero y la empresa privada. Nos han condenado a una sentencia de austeridad perpetua, arrebatándonos toda posibilidad de vida digna aquí, para nosotras, nuestras familias y nuestras comunidades.


Rastreando el desplazamiento...


Escuchamos y leemos "desplazamiento" en todas partes. Pero, ¿dónde y cómo está ocurriendo? Recientemente, se hizo pública la compra y remodelación de tres edificios en la comunidad de Río Piedras para crear escuelas chárter. Esto profundiza una de las lógicas del desplazamiento más dañinas. Esto es, la transferencia de dinero público a inversionistas privados. Recordemos que las escuelas charter funcionan a partir de vales educativos que le son asignados a cada estudiante y con los que prácticamente estos "pagan" a la escuela por recibir educación. Así, el gobierno, en vez de invertir ese dinero en las escuelas existentes en la comunidad, en mejorar su infraestructura o contratar a más maestros en mejores condiciones laborales, pone el dinero público en manos privadas. Otra forma en la que vemos el desplazamiento en Río Piedras es con el cierre de pequeños negocios que proveen servicios a la comunidad, desde alimentos hasta ocio a precios razonables. Los pequeños comerciantes no pueden hacer frente al alza en los precios de renta, agua y luz. A esto se suma la compra por inversionistas extranjeros de los edificios donde ubican sus negocios, los cuales no son del interés de dichos inversionistas ni del tipo de personas que desean atraer a la comunidad. El modelo del alquiler a corto plazo transforma nuestras comunidades para convertirlas en "experiencias" para los turistas. Prefieren dejarnos sin panaderías y sin restaurantes asequibles, para tenerle coffee shops "instagramiables" a los turistas pero inaccesibles para nosotros. Las dinámicas depredadoras del desplazamiento son tan perversas que hasta buscan expulsar de sus hogares a familias que han vivido allí durante toda su vida. Este es el caso de Doña Ramona Cruz Sanabria, quien nació y creció en el sector Playuela del barrio Borinquen de Aguadilla, donde ha vivido su familia por generaciones. Ahora, los dueños ricos de los terrenos, buscan expulsarla para construir ahí más viviendas vacacionales. Con esta acción, no solo desplazan a una familia humilde y trabajadora de lo que les pertenece, sino que además amenazan el ecosistema de la zona.


Que no nos quede duda. Los desplazadores vienen con todo a sacarnos de nuestro archipiélago. Quieren nuestras playas, nuestros campos, nuestras comunidades, nuestras zonas urbanas. Por eso el frente de resistencia tiene que ser, y será, así de amplio y contundente. No les daremos tregua a quienes buscan arrebatárnoslo todo.


Hemos resistido...


La lucha por nuestra tierra no es nueva ni es de ahora. Da cuenta de una larga trayectoria de resistencia que le ha hecho frente al intento de los buitres de adueñarse y explotar nuestras tierras para generar capital. La lucha anti-minera durante la década de 1980 es un claro referente de defensa contra el desplazamiento. En aquel momento, el gobierno buscaba explotar parte del área montañosa del país que se compone de roca ígnea y con ello desplazar a las tantas familias que vivían y viven entre los pueblos de Jayuya, Adjuntas y el norte de Ponce. Sin embargo, un grupo de ciudadanos y ciudadanas se organizó colectivamente para frenar el plan. Luego de años organizando diversas acciones para resistir, lograron que el gobierno y las empresas privadas desistieran del proyecto. Esa gente conforma lo que hoy es Casa Pueblo en Adjuntas, un proyecto de autogestión comunitaria para la protección de los recursos naturales, culturales y humanos. Sin esa lucha organizada, comprometida y consistente la historia de Adjuntas hubiera sido otra. Es por eso que nos parece imprescindible nombrar referentes de lucha que han vencido. En este país nos quieren robar hasta la alegría y nos quieren hacer creer que no vale la pena luchar por otro país, por otra vida. Nosotras sabemos que mienten.


Hemos vivido de lucha en lucha para defendernos de las amenazas coloniales y capitalistas de quienes saquean las arcas gubernamentales para hacerse ricos mientras vuelven insostenible permanecer aquí. Por eso urge organizarnos, porque solo juntas y poniendo el cuerpo ahí, de donde nos quieren desterrar, es que construimos verdadero poder. La primera línea de defensa de nuestra tierra somos NOSOTRAS.

MOVILÍZATE:


Sabemos que la lucha por nuestro derecho a ser, estar y permanecer en Puerto Rico debe darse desde cada rincón del archipiélago en una amenaza clara y contundente al estado de que no claudicaremos. Por esta razón convocamos a un Día de Acción Comunitaria contra el Desplazamiento el 30 de junio de 2023 para que de manera descentralizada las personas, comunidades y organizaciones se organicen y convoquen acciones desde sus municipios y barrios denunciando las condiciones que viven por el desplazamiento y exigiendo acciones puntuales del gobierno central y sobre todo de sus alcaldes.


Si tienes dudas o quieres ideas de cómo organizar, escríbenos a nuestras redes sociales.


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